"Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea" es un impactante libro de Annabel Pitcher, en el cual narra a través de Jamie, un niño de 10 años, la historia de una tragedia que destroza a una familia entera después de un ataque terrorista, y cómo cada uno de los miembros de la familia intenta recomponer su vida.
La hermana de Jamie murió en un atentado terrorista en Londres el 9 de Septiembre. Entonces, Jamie tenía 6 años y su hermana, que era gemela de la fallecida, 10.
Desde este acontecimiento, su vida no ha sido igual. Sus padres se separaron y cada uno se llevó una parte de los pedazos que encontraron de su hermana. Su madre enterró sus pedazos y se fue a vivir con su terapeuta. Su padre, sin embargo, los incineró y los puso en la repisa de la chimenea y se quedó con los dos niños. Ahora se han mudado a un pueblo diferente, pero las cosas, en lugar de ir a mejor, están empeorando. La madre de los niños nunca llama a casa y su padre está la mayor parte del tiempo borracho. Ahora Jamie tiene 10 años, y la única persona que parece preocuparse por él es su hermana.
El libro es muy duro, a pesar de estar contado por la inocencia de un niño de diez años, lo cual yo creo que lo hace más duro. Jamie nos cuenta cómo su padre pone comida en la urna con las cenizas de su hermana, le hace regalos y le habla y, sin embargo, los ignora a él y a su hermana. También le reprochan mucho que no llore por la muerte de su hermana, lo cual tampoco entiende, ya que era muy pequeño y no se acuerda de ella. En la escuela tampoco le va bien, es muy tímido y sus compañeros se ríen de él. Además, la única persona que le habla y quiere ser su amiga es una chica musulmana, religión que su padre odia ya que fueron los que provocaron el atentado en el que murió su hija. Por lo tanto, Jamie se siente mal cada vez que habla con la chica.
También nos cuenta cómo es la vida de su hermana tras el accidente. Ella era su gemela y tras su muerte empezó a cambiar mucho su forma de vestir, se tiño el pelo de rosa y se hizo varios piercings, lo cual enfada mucho a su padre, que ya no ve en ella a su hermana gemela muerta.
El libro está escrito de forma clara y sencilla, como lo haría un niño de diez años, que nos plantea todas las preguntas que le surgen y que no puede hablar con nadie.
Aunque el libro es bastante duro, me gustó bastante y lo recomiendo. Nos enseña como un niño de diez años puede hacer frente él solo a una vida tan difícil, sin unos padres que le atiendan y con problemas tanto fuera como dentro de casa. Pero él lucha por sacar a su familia del bache por el que están pasando y, sobre todo, nunca pierde la esperanza, por ejemplo, cuando se asoma por la ventana a esperar que su madre vaya a visitarlo, cosa que nunca hace.
El libro también es una crítica al racismo y a la xenofobia. El atentado que mató a la hermana de Jamie fue provocado por un grupo islámico, lo que hace que el padre sienta un gran odio hacia los musulmanes. Pero la única persona que va a ser amiga de Jamie va a ser una chica musulmana, la única persona que le trata bien y se preocupa por él.
El libro es muy duro, a pesar de estar contado por la inocencia de un niño de diez años, lo cual yo creo que lo hace más duro. Jamie nos cuenta cómo su padre pone comida en la urna con las cenizas de su hermana, le hace regalos y le habla y, sin embargo, los ignora a él y a su hermana. También le reprochan mucho que no llore por la muerte de su hermana, lo cual tampoco entiende, ya que era muy pequeño y no se acuerda de ella. En la escuela tampoco le va bien, es muy tímido y sus compañeros se ríen de él. Además, la única persona que le habla y quiere ser su amiga es una chica musulmana, religión que su padre odia ya que fueron los que provocaron el atentado en el que murió su hija. Por lo tanto, Jamie se siente mal cada vez que habla con la chica.
También nos cuenta cómo es la vida de su hermana tras el accidente. Ella era su gemela y tras su muerte empezó a cambiar mucho su forma de vestir, se tiño el pelo de rosa y se hizo varios piercings, lo cual enfada mucho a su padre, que ya no ve en ella a su hermana gemela muerta.
El libro está escrito de forma clara y sencilla, como lo haría un niño de diez años, que nos plantea todas las preguntas que le surgen y que no puede hablar con nadie.
Aunque el libro es bastante duro, me gustó bastante y lo recomiendo. Nos enseña como un niño de diez años puede hacer frente él solo a una vida tan difícil, sin unos padres que le atiendan y con problemas tanto fuera como dentro de casa. Pero él lucha por sacar a su familia del bache por el que están pasando y, sobre todo, nunca pierde la esperanza, por ejemplo, cuando se asoma por la ventana a esperar que su madre vaya a visitarlo, cosa que nunca hace.
El libro también es una crítica al racismo y a la xenofobia. El atentado que mató a la hermana de Jamie fue provocado por un grupo islámico, lo que hace que el padre sienta un gran odio hacia los musulmanes. Pero la única persona que va a ser amiga de Jamie va a ser una chica musulmana, la única persona que le trata bien y se preocupa por él.
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