Khalid es un adolescente británico, de unos 15 años e hijo de musulmanes. Es un chico normal, tienen su grupo de amigos, con los que sale todos los días a jugar al fútbol y de vez en cuando, se meten en algún lío.
Durante unas vacaciones de navidad, los padres de Khalid, deciden viajar a Pakistán a visitar a su familia, a pesar de que a Khalid no le haga mucha ilusión. No le gusta nada Pakistán, ni la casa de su familia, hasta que descubre un ordenador. Desde entonces, se pasa toda la noche jugando en el ordenador con su primo Tariq a un videojuego inventado por Tariq que consiste en bombardear una ciudad.
Un día, el padre de Khalid desaparece tras ir a visitar un piso, y la madre le pide a Khalid que le vaya a buscar. En la calle, Khalid se ve envuelto en una manifestación antiyanqui, y para poder salir de ese tumulto de gente, actúa como los participantes de la manifestación, levantando los puños y gritando. Además, no encuentra a nadie en el piso, y no encuentra ningún rastro de su padre, por lo que decide volver a la casa de sus tías. Esa misma noche, mientras Khalid juega con su primo en el ordenador, mientras el resto de su familia duerme, unos agentes de la CIA entran en la casa y se llevan a Khalid. Le acusan de haber cometido numerosos delitos, y la única prueba que tienen es una foto de Khalid en la manifestación del día anterior.
Más tarde, le enviarán a Guantánamo. Allí, Khalid se verá sometido a duras torturas para que confiese sus delitos. En Guantánamo, Khalid deberá hacer acopio de todas sus fuerzas para no volverse loco.
Este libro, me ha gustado mucho. Es muy duro, pero realista. Me parece que la autora, Anna Perera, es muy buena escritora, transmite los sentimientos de Khalid en cada momento, lo que hace que empatices con él, y te dan ganas de animarle y darle fuerza para que siga luchando y no se rinda.
Anna Perera comenzó a escribir este libro tras asistir a una función de beneficencia en un teatro de Londres, en el que se habló de los menores atrapados en "la guerra contra el terrorismo". Anna dice que tras escuchar ese relato, se sintió horrorizada, y pensó en escribir un libro que narrara esta historia. Tuvo claro cuál sería el título del libro antes de empezarlo: Guantanamo Boy
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