Bella Swan es una adolescente de 17 años que decide mudarse a casa de su padre, en Forks, ya que su madre se ha vuelto a casar con un jugador de béisbol y, por cuestiones de trabajo, tienen que estar constantemente viajando. Sin embargo, a Bella no le gusta mucho su nuevo hogar, ya que está acostumbrada a vivir en Phoenix, una gran ciudad, mientras que Forks es un pequeño pueblo, donde siempre está lloviendo. Pero todo cambia cuando, en su nuevo instituto, conoce a Edward Cullen. La familia Cullen es muy distinta a las demás, llaman la atención por su belleza y su palidez; además, no se relacionan con los demás.
Bella se siente muy atraída por Edward, pero este se muestra muy distante, hasta que acaba desvelándole su gran secreto. Edward, y toda su familia, son vampiros. Sin embargo, a Bella le da igual, y confía completamente en Edward. Poco a poco, comienzan a hacerse inseparables y a vivir grandes peligros, sobre todo Bella, ya que salir con un vampiro conlleva grandes peligros.
Esta novela de Stephenie Meyer está dirigida a todos los adolescentes, aunque suele gustar más a las chicas, ya que es una novela romántica. A mí me gusto mucho, la historia es muy bonita y, a pesar de ser ficticia, la autora escribe tan bien que parece muy real. Además, a pesar de ser un novela romántica, no resulta nada empalagosa, ya que tiene mucha acción. Este libro pertenece a una saga, junto con "Eclipse", "Luna Nueva", y "Amanecer", que también ha tenido mucho éxito en sus versiones cinematográficas.
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