Memorias de una Geisha es una novela de Arthur Golden publicada en 1997. Esta novela se ha convertido en una de las más famosas de todos los tiempos, al igual que la película que se basa en ella. La historia trata de una geisha que trabaja en Kioto antes de la Segunda Guerra Mundial.
La novela trata sobre la vida de Chiyo, una niña de nueve años que vive en un pueblo pesquero, llamado Yoroido, con su padre, su madre y su hermana Satsu. Un día, su madre enferma gravemente. Cuando su padre se da cuenta de que su esposa no va a conseguir recuperarse, decide vender a Chiyo y a Satsu, ya que él solo no puede hacerse cargo de ellas.
Chiyo es vendida a una okiya, que es una casa de geishas. Su hermana Satsu, sin embargo, es enviada a un jorou-ya, una casa de prostitución.
Hatsumono es una de las geishas más reconocidas en ese momento, pero es muy grosera, engreída y egoísta. Hatsumono vive en la misma casa de geishas que Chiyo, y pronto se da cuenta de que Chiyo puede convertirse en una rival para ella, ya que tiene unos preciosos ojos grises y es muy guapa. Por eso, Hatsumono empieza a meter a Chiyo en problemas y a darle una mala reputación, para que no pueda llegar a ser geisha. Esto hace que Chiyo se sienta deprimida y derrotada, pero esto cambia cuando conoce al presidente, que la motivará para convertirse en una geisha. Gracias a esa motivación, Chiyo tendrá más ganas que nunca de convertirse en una geisha reconocida y luchará mucho para conseguirlo.
Además, conocerá a Mameha, una geisha muy famosa, más que Hatsumono, que le ayudará a conseguir su objetivo. Al principio, Chiyo piensa que Mahema solo la quiere para vengarse de Hatsumono, pero más tarde descubre que lo hace por recomendación del Presidente. Mameha se convertirá en su hermana mayor, que es cuando una geisha reconocida ayuda a una menor a convertirse en geisha. Las hermanas mayores escogen el nombre de geishas de sus hermanas. Mahema elige para Chiyo el nombre de Sayuri.
A pesar de conseguir tener mucho éxito como geisha, la vida de Sayuri sigue siendo muy dura, sin embargo, seguirá luchando para conseguir el amor de la persona que más la ha ayudado durante todo este tiempo, el Presidente.
Lo que más me gustó del libro fue conocer esta cultura de las geishas, que desconocía casi por completo, a pesar de que me interesara mucho. La historia nos enseña el difícil mundo de las geishas. Nos muestran los rituales que tienen que seguir para vestirse y maquillarse, su formación en artes como la danza, la música y la interpretación, y como se van a tener que relacionar cada vez más con los hombres.
También me encantó la forma en que el autor Arthur Golden escribe el libro. Todos y cada uno de los personajes son totalmente reales, y te hacen sentir algo hacia ellos, ya sea simpatía, amor, odio... Sobre todo con la protagonista, Sayuri, con la que sientes todo su dolor y sufrimiento, al igual que las alegrías, como si fueras tú misma.
Tras la publicación de Memorias de una geisha, el autor, Arthur Golden, fue denunciado por la geisha en la que se basa la historia por difamación e incumplimiento de contrato.

Chiyo es vendida a una okiya, que es una casa de geishas. Su hermana Satsu, sin embargo, es enviada a un jorou-ya, una casa de prostitución.
Hatsumono es una de las geishas más reconocidas en ese momento, pero es muy grosera, engreída y egoísta. Hatsumono vive en la misma casa de geishas que Chiyo, y pronto se da cuenta de que Chiyo puede convertirse en una rival para ella, ya que tiene unos preciosos ojos grises y es muy guapa. Por eso, Hatsumono empieza a meter a Chiyo en problemas y a darle una mala reputación, para que no pueda llegar a ser geisha. Esto hace que Chiyo se sienta deprimida y derrotada, pero esto cambia cuando conoce al presidente, que la motivará para convertirse en una geisha. Gracias a esa motivación, Chiyo tendrá más ganas que nunca de convertirse en una geisha reconocida y luchará mucho para conseguirlo.
Además, conocerá a Mameha, una geisha muy famosa, más que Hatsumono, que le ayudará a conseguir su objetivo. Al principio, Chiyo piensa que Mahema solo la quiere para vengarse de Hatsumono, pero más tarde descubre que lo hace por recomendación del Presidente. Mameha se convertirá en su hermana mayor, que es cuando una geisha reconocida ayuda a una menor a convertirse en geisha. Las hermanas mayores escogen el nombre de geishas de sus hermanas. Mahema elige para Chiyo el nombre de Sayuri.
A pesar de conseguir tener mucho éxito como geisha, la vida de Sayuri sigue siendo muy dura, sin embargo, seguirá luchando para conseguir el amor de la persona que más la ha ayudado durante todo este tiempo, el Presidente.
Lo que más me gustó del libro fue conocer esta cultura de las geishas, que desconocía casi por completo, a pesar de que me interesara mucho. La historia nos enseña el difícil mundo de las geishas. Nos muestran los rituales que tienen que seguir para vestirse y maquillarse, su formación en artes como la danza, la música y la interpretación, y como se van a tener que relacionar cada vez más con los hombres.
También me encantó la forma en que el autor Arthur Golden escribe el libro. Todos y cada uno de los personajes son totalmente reales, y te hacen sentir algo hacia ellos, ya sea simpatía, amor, odio... Sobre todo con la protagonista, Sayuri, con la que sientes todo su dolor y sufrimiento, al igual que las alegrías, como si fueras tú misma.
Tras la publicación de Memorias de una geisha, el autor, Arthur Golden, fue denunciado por la geisha en la que se basa la historia por difamación e incumplimiento de contrato.

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