Mujercitas es uno de los libros de la estadounidense Louisa May Alcott, el cual la dio a conocer. El libro se publicó en 1868, y con el paso del tiempo, se ha convertido en un clásico de la literatura.
La historia trata de cuatro hermanas que crecen durante la Guerra Civil en Estados Unidos entre, 1861 y 1865.
Mujercitas nos cuenta las vivencias de los March, una familia marcada por las obligaciones laborales.
Margaret, Meg, es una joven muy guapa que trabaja como profesora en una familia rica. Destaca por ser la hermana más responsable. Se ocupa de cuidar a la hermana pequeña, Amy. Siempre pensó que se casaría con una persona rica, pero cambiará de opinión cuando conoce a su verdadero amor.
Josephine dedica su vida a ayudar a los más necesitados. Además, le apasiona la escritura. Es el alter ego de la autora.
Amy es la menor de las hijas de la familia March. Tiene talento para la pintura y es considerada como la más bella de las hermanas, y lo sabe, por lo que muchas veces es vanidosa. Es motivo de conflicto con su hermana Jo, que le reprocha su conducta.
Y por último, Elizabeth. Beth es la antepenúltima de las hijas de la familia March. Es callada, dulce y tiene un gran talento para tocar el piano.
La novela nos enseña la historia de esta familia a lo largo de un año, de Navidad a Navidad, a través de episodios donde las protagonistas se enfrentan a dilemas y conflictos que terminan solucionándose gracias a la entrega y a la solidaridad entre las hermanas y a la buena educación que su madre les ha enseñado. Su madre trabaja para sostener a la familia y educar a sus hijas en la superación de la vanidad, en la caridad y en el amor al trabajo. Nunca riñe a sus hijas, sino que les enseña con su propio ejemplo o mediante relatos. Su padre no puede ayudar a la madre con esa educación, ya que está fuera, sirviendo al ejército, y solo regresa a la casa en los últimos capítulos de la novela. Tenía una buena posición económica, pero perdió su dinero ayudando a unos amigos, que no le devolvieron la deuda, arruinando la economía de la familia. Es un reputado médico y párroco y va como capellán en el Ejercito de la Unión, para defender sus ideales de justicia, como la abolición de la esclavitud.
Durante todo ese año sin el padre, el cual les escribe cartas y es admirado por las hijas, las chicas reciben lecciones de la vida y de la madre, a quien también admiran por su conducta ejemplar. Esto hace que las protagonistas vayan evolucionando y siendo cada vez mejores personas, superando sus defectos, como el egoísmo, la codicia, la pereza o la falta de espíritu de sacrificio.
El libro nos presenta una forma de vida que las mujeres no tenían en esa época, ya que no se basa en la obediencia, sino en el desarrollo de la personalidad y el talento individual, en la solidaridad y en la entrega a los demás.
Los March eran una familia acomodada, sin embargo, ahora tienen algunos problemas económicos, por lo que las chicas tienen que dedicarse a varias labores, para ayudar a la familia.
La novela está realmente bien, como demuestra su gran fama y que, después de que haya pasado tiempo de su publicación, se sigue leyendo tanto o incluso más.
Lo que más me gusta de este libro son los valores que nos enseña. La novela en sí, es una defensa de los derechos de la mujer, quienes tienen que poder decidir su destino y desarrollar su talento.
Los principales valores que nos enseña la novela son: el esfuerzo personal, la caridad y solidaridad, el trabajo, la amistad desinteresada y el amor verdadero.
Por ejemplo, Jo vende su cabello y sus cuentos en el periódico para obtener dinero y ayudar a su familia, que está pasando una mala situación. Esto nos demuestra lo importante que es el esfuerzo personal, y nos enseña que este esfuerzo siempre trae consigo una recompensa.
Beth, contrae una enfermedad muy grave ayudando a personas desfavorecidas, lo que casi le lleva a la muerte. Sin embargo, no se arrepiente para nada de lo que ha hecho, y sigue siendo igual de solidaria con los demás, porque sabe que esto le hace ser mejor persona.
Con el trabajo, las hermanas consiguen dinero para comprar lo que necesitan o desean, y también les enseña a valorar mejor los momentos de diversión.
Otro ejemplo lo vemos en la fraternidad que entablan Jo y Laurie, un vecino de los March. Con esta amistad desinteresada, ambos obtienen ayuda cuando lo necesitan, gratitud, comprensión y apoyo.
Y el amor verdadero lo vemos en Meg, quien siempre quiso casarse con un rico. Piensa que el dinero le dará la felicidad, pero a lo largo de la novela va cambiando de opinión. Finalmente, acepta la proposición de matrimonio del señor Brooke, aún sabiendo que no podrá tener grandes lujos.

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